Las calderas, también conocidas como sistemas de agua caliente y calefacción, son equipos que juegan un papel importante en el disfrute de los hogares.
De acuerdo a estadísticas, son de los sistemas más empleados por los españoles. Cuando llega la temporada de frío, es cuando su uso se dispara significativamente.
No es para menos. Ofrece un amplio abanico de ventajas que garantizan la satisfacción y el confort. ¿Cómo cuáles? Son fáciles de usar, gestionar, es una alternativa económica, segura y su rendimiento es más que positivo.
Si quieres vivir en buenas condiciones, necesitas agua caliente y de calefacción. ¿No te decides? Presta atención a estos beneficios de usar una caldera de gas.
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Beneficios de usar una caldera de gas
Las calderas a gas son sistemas con cámaras de combustión que queman agua para que el calor circule por una bomba hasta unos radiadores de distribución en toda la vivienda. Si lo comparamos con otros equipos de climatización, encontraremos ciertas ventajas que valen la pena mencionar. Aquí las más importantes.
Comodidad y disponibilidad
Si hablamos de sistemas sencillos, las calderas a gas son líderes indiscutibles. Esto es lógico, el gas está canalizado en la comunidad. Es el más utilizado y está disponible, prácticamente, las 24 horas del día. Las ciudades cuentan con bombonas y tanques que alimentan las redes de tuberías. Lo mismo sucede con el sistema de re-abastecimiento, que es rápido sin necesidad de encontrar proveedores externos. Otro factor crucial es que el gas se puede medir y regular. Si cuentas con un contador y termostato, sabrás el volumen de gas consumido en un determinado periodo.
Alto rendimiento
Para muchos, las calderas a gas son los sistemas de calefacción más eficiente de todos. Su rendimiento está por encima de otros combustibles conocidos. Esto por las características mismas del gas: se requiere menos esfuerzo para alcanzar la temperatura de consumo, se aprovecha mejor la energía que almacena y queda estacionado un tiempo en la atmosfera, por lo que se puede aprovechar el calor residual.
Económico
Cuando queremos comprar un nuevo electrodoméstico para el hogar, lo primero que vemos es el precio. Si es demasiado caro, inmediatamente buscamos excusas pensando en desprestigiar la adquisición. Con las calderas sucede lo mismo.
Por supuesto, hay equipos más costosos que otros, pero si hablamos específicamente de los modelos a gas, es indudable que es una apuesta económica amigable con los bolsillos. Es una decisión que te dejará satisfecho.
El precio del gas es competitivo. Estamos hablando de una fuente de energía que se encuentra en la naturaleza, se restablece rápidamente, se puede medir y que no siempre será necesario mantener los radiadores encendidos, ya que el calor residual es aprovechable.
Seguro
Hay algunos tipos de calderas que ponen en peligro nuestra seguridad, como las calderas atmosféricas, las cuales toman el aire de la estancia para crear combustión. Con las calderas a gas no sucede esto. Este combustible se disipa rápidamente en la atmosfera y es liviano. Además, los equipos cuentan con detectores de fugas que alertan a los propietarios y apagan los sistemas en caso de emergencia. En caso de problemas, puedes acudir a reparacion caldera y tener el equipo en óptimas condiciones de funcionamiento.
Ecológico
Si existe una fuente de calefacción amigable con el medio ambiente, ese es el gas natural, disponible en la naturaleza, de baja manipulación, no genera residuos y es más limpio en el proceso de combustión, por lo que el medioambiente se ve favorecido.
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