La criolipolisis se posiciona entre los tratamientos más demandados para combatir la grasa localizada. Este método innovador permite eliminar acumulaciones de grasa de forma indolora y no invasiva mediante el enfriamiento y congelación de los adipocitos
Decir adiós a la grasa corporal localizada es posible gracias a la criolipolisis, un tratamiento médico estético que está experimentando una demanda creciente como sustituto de la liposucción, el lipoláser y otras técnicas de lipoescultura usadas tradicionalmente para eliminar este problema.
Este método, conocido también con el nombre de crioadipolisis, está indicado en el tratamiento de grasa localizada de pequeño tamaño resistente a la dieta y al ejercicio, tal y como refiere la Dra. Izaskun Astoreca, responsable de la Unidad de Medicina Estética Corporal de la Clínica Bioláser La Moraleja:
“En los dos últimos años hemos observado un incremento de la demanda de tratamientos de criolipolisis por parte de nuestros pacientes, quienes refieren un alto grado de satisfacción con este procedimiento. La incorporación de sistemas de enfriamiento y congelación de los adipocitos, que llega a alcanzar temperaturas por debajo de los ocho grados, han permitido desarrollar equipamientos más sofisticados y técnicas que logran mejores resultados”.
Tratamiento seguro y no invasivo
Uno de los motivos fundamentales por los que la criolipolisis está ganando terreno en el área de los tratamientos estéticos es que consigue una remodelación corporal completa a través de la congelación del tejido graso, sin que ello afecte negativamente a la piel de la zona de actuación, ni tampoco a la circundante.
Asimismo, es un procedimiento que no requiere administrar ninguna clase de anestesia; tampoco emplea agujas o corrientes a la hora de aplicarlo. De esta forma, es idóneo para aquellos pacientes con grasa localizada de pequeño tamaño que desean deshacerse de estos acúmulos, generalmente flancos, abdomen y cartucheras, pero no quieren pasar por quirófano o someterse a otros procedimientos más invasivos.
“La criolipolisis es un proceso completamente indoloro; de hecho, muchos pacientes se relajan leyendo un libro mientras dura el tratamiento. No hace falta ningún producto de anestesia, ni siquiera tópico, y lo único que el paciente puede notar es una sensación de tirantez al comienzo de la sesión debido a la succión que ejerce el equipo sobre el tejido que debemos tratar. El efecto anestésico del frío hace que esta incomodidad dure muy pocos minutos”, explica Astoreca.
Recuperación rápida y resultados permanentes
Otro de los atractivos de la criolipolisis reside en que no requiere un proceso de recuperación prolongado ni cuidados especiales; tampoco baja laboral o reposo. El paciente puede reincorporarse a su vida cotidiana de forma inmediata y llevar a cabo su actividad de manera completamente normal.
Por otro lado, los resultados comienzan a ser visibles aproximadamente 15 días después del tratamiento. No obstante, esto dependerá del número de sesiones que haya que aplicar, un factor determinado en función de la cantidad de grasa que haya que eliminar. Por término medio no son necesarias más de dos o tres sesiones, dejando un espacio entre ellas de aproximadamente dos meses. Estos resultados son permanentes, dado que el número de células grasas se reduce considerablemente en la zona de tratamiento.
Consideraciones sobre criolipolisis
Aunque en líneas generales la criolipolisis es un tratamiento seguro, efectivo y duradero, hay que tener en cuenta que para poder llevarlo a cabo se requiere una cantidad de grasa localizada mínima para que la aparatología actúe correctamente. Asimismo, se trata de un procedimiento que logra mejores resultados en casos de tejido adiposo blando. Tampoco es adecuado para tratar depósitos grasos de gran tamaño o casos de sobrepeso u obesidad generalizados.
De esta forma, es importante que los especialistas que manejan este equipo seleccionen cuidadosamente a los pacientes y descarten aquellos cuyo problema no es susceptible de mejorar con este procedimiento.
Con respecto a los efectos secundarios, cabe destacar que son pocos y no revisten gravedad. No obstante, hay que informar al paciente de que puede experimentar enrojecimiento local y una sensación de acorchamiento en la zona. Ambas molestias van desapareciendo progresivamente con el paso de los días y remiten por completo en dos o tres semanas.
“Se trata de efectos muy llevaderos que no causan ningún problema ni impiden llevar a cabo una vida completamente normal inmediatamente después del tratamiento”, apunta la doctora Astoreca.
Acerca de Clínica Bioláser La Moraleja
Clínica Bioláser La Moraleja es un centro madrileño de referencia en tratamientos con láser y fuentes de luz que cuenta con una larga trayectoria a sus espaldas. De la mano del Dr. Pablo Boixeda y su equipo de médicos especialistas, Bioláser desarrolla tratamientos con la tecnología y técnicas más vanguardistas.
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