La obesidad en Euskadi se ha convertido en un desafío de salud, con cinco de cada diez vascos adultos mostrando exceso de peso. José María Vítores señala que la cirugía de la obesidad es esencial para tratar una enfermedad crónica e incurable, no solo un problema estético. La obesidad está relacionada, entre otras, con enfermedades cardiovasculares, respiratorias, trastornos de fertilidad, patologías digestivas, salud mental y problemas osteoarticulares
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La obesidad se ha convertido en un desafío de salud en Euskadi, según revela un estudio elaborado por el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Estatal de Seguridad Alimentaria. Cinco de cada diez vascos adultos tienen exceso de peso, por lo que la necesidad de solucionar esta problemática es evidente.
El peso de la salud
En el Hospital Quirónsalud Bizkaia, más de 1600 pacientes han pasado por diferentes procedimientos en la Unidad de Obesidad, donde trabaja el doctor José María Vítores, especialista en cirugía bariátrica. Según el doctor Vítores, “la cirugía de la obesidad no es una cirugía estética, sino de salud”, subrayando así la importancia de este tipo de intervenciones en el tratamiento de una “enfermedad crónica e incurable”.
El informe también revela que uno de cada seis vascos adultos sufre de obesidad, con un 3,7% clasificado como obesidad severa. El doctor destaca la relación entre la obesidad y el aumento de determinados tipos de tumores, aunque también repercute negativamente en la mayor parte de los sistemas funcionales del organismo: “Esta enfermedad está estrechamente relacionada con enfermedades cardiovasculares, que representan una amenaza significativa para la salud y la mortalidad, -admite el especialista-, además, a nivel digestivo, los pacientes padecen reflujo gastroesofágico y a nivel óseo, hay sobrecarga articular en las extremidades inferiores a causa del peso. El sedentarismo se ha identificado como uno de los principales impulsores del aumento de peso, afectando incluso a los niños, con uno de cada cuatro niños de entre seis y nueve años con sobrepeso y un 12,5% clasificado como obeso, según otro estudio de Obesidad y Pobreza Infantil de la Agencia Estatal de Seguridad Alimentaria”.
El doctor Vítores destaca además que la obesidad está claramente relacionada con la infertilidad, pero que la cirugía bariátrica no impide un futuro embarazo. “Se recomienda esperar un año después de la operación para evitar complicaciones relacionadas con deficiencias nutricionales que son esenciales para la salud del bebé”, explica el profesional. José María Vítores también posee una actitud positiva respecto a los indicadores que demuestran que la calidad de vida de los pacientes mejora tras someterse a esa operación: “Según el test de calidad Moorehead-Ardelt, hasta un 52,8% de los pacientes mejora su vida sexual y un 75% sufre mejoras en el ámbito laboral”. Los datos reflejan que un 80% de los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 puede suspender la medicación para esta patología. En el caso de personas con enfermedades pulmonares, el 85% puede prescindir del soporte ventilatorio (CPAP) para la apnea del sueño. También se observa que el colesterol y la hipercolesterolemia se reducen, la presión arterial desciende y refieren que mejora su movilidad para realizar actividad física.
Compromiso para toda la vida
La obesidad es un desafío complejo que requiere un enfoque multidisciplinar que incluya cambios en el estilo de vida, educación nutricional y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas como la cirugía bariátrica. La laparoscopia surge como una técnica quirúrgica fundamental en la lucha contra la obesidad, permitiendo una recuperación más rápida y menos dolorosa para los pacientes: “Con esta técnica se consigue una recuperación postoperatoria más llevadera, ya que se reduce el dolor y el tiempo de hospitalización”, explica José María Vítores. Con pequeñas incisiones en la pared abdominal, esta técnica mínimamente invasiva ofrece una alternativa efectiva para aquellos que buscan una solución a la obesidad y no lo han conseguido. “La mayoría, por no decir todas, de la ganancia de peso a largo plazo tras una cirugía de obesidad se deben a transgresiones dietéticas y sedentarismo” aclara el especialista. Para conseguir que la buena salud, la pérdida de peso y calidad de vida sean permanentes, “es imprescindible la colaboración del paciente, ¿en qué sentido? Haciendo una vida sana, comiendo sano y realizando ejercicio físico” puntualiza.
Fuente Comunicae