Cómo elegir el mejor whisky para las noches frías

Bebidas para combatir el frío hay muchas pero el whisky tiene algo especial. Ya sea por su calidez, su complejidad aromatica o su versatilidad, lo cierto es que no es solo una bebida espirituosa. Hablamos de una propuesta cargada de matices que van desde el dulzor de la miel al ahumado de la turba, del calor del roble a la suavidad de la vainilla. En la práctica, beber whisky es algo así como emprender un viaje para los sentidos aunque para que el trayecto sea pleno conviene saber elegir cuál es el más adecuado para esta época del año y cómo adaptarlo al momento.

Beber whisky: por dónde empezar

Clases de whisky hay muchas por eso lo primero que debes tener claro es qué aspectos pueden ayudarte a dar con el que mejor se adapta a tus gustos o al momento de tomarlo. Cada estilo ofrece sensaciones distintas y entenderlas ayuda a descubrir el equilibrio entre calidez, aroma y cuerpo. ¿No sabes por dónde empezar? Aquí van algunas recomendaciones:

  • El origen y el carácter. Seas o no un experto seguro que tienes claro que el lugar donde se produce influye en el perfil del whisky. El clásico whisky escocés, por ejemplo, suele destacar por su carácter ahumado y sus notas salinas, propias de la turba y de la brisa marina de las Highlands o Islay. Es ideal para quienes buscan una bebida robusta y envolvente, capaz de calentar el cuerpo con cada trago. Sin embargo, el whisky japonés, ofrece una experiencia más equilibrada y elegante con una  suavidad y precisión aromática que lo convierten en la elección perfecta para una noche disfrutando del crepitar de la leña.
  • La maduración y el tipo de barrica. Otro de los aspectos que no puedes pasar por alto tiene que ver con la crianza. El whisky suele reposar en barricas que moldean su carácter y cuanto más tiempo pasa en madera, mayor complejidad y sensación de calidez desarrolla. Los whiskies envejecidos en roble americano suelen ofrecer notas de vainilla, caramelo y coco, mientras que los que reposan en barricas de jerez adquieren matices de frutos secos, chocolate y especias. Una copa de Whisky Blue Label Johnnie Walker, por ejemplo, es ideal para quienes disfrutan deleitando al paladar con destilados complejos con distintas capas de sabor, una buena muestra de equilibrio entre profundidad y suavidad.
  • Cuerpo y perfil aromático. Aunque el whisky es, de por sí, una bebida que desprende calidez, en esta época del año conviene optar por tipos de whisky capaces de proporcionar una sensación más persistente como la que acompaña a la potencia y notas de humo de los single malt escoceses o el dulzor y redondez de los bourbons americanos.

Cómo beber whisky y descubrir todos sus matices

El whisky se disfruta tanto en la intimidad como en buena compañía, y cada momento del día puede condicionar la elección. Y es que no existe una única forma de beber whisky, pero sí maneras de realzar su sabor según el ambiente. Servirlo solo permite apreciar su complejidad sin distracciones mientras que si lo que buscas es suavizar el alcohol, acompañarlo de unas gotas de agua puede aportar nuevas capas aromáticas, revelando notas ocultas de fruta o madera. ¿Eres más de whisky con hielo? Entonces prueba a añadir un hielo grande que se derrita lentamente y deja que el whisky acompañe el momento.

 

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