Hemos tenido la oportunidad de contemplar a diversos alumnos realizar el tfm arquitectura de manera exitosa y a la vez, laureada. Y ello provino no sólo de su dedicación, temática y asesoría (que son valiosas en demasía), sino por internalizar los beneficios de hacer un TFM de calidad que les llevaron a trascender.
Todo esto por el fino balance entre la investigación, propuestas, títulos, metodología, organización y comprensión de que no es un trabajo más de la universidad o para cerrar un ciclo y dejarlo atrás.
Al contrario, el mayor de los beneficios de hacer un TFM de calidad es que el mismo funge como base directa e indirecta en la esencia, visión y excelencia del ahora profesional, que sabrá aplicar la misma mística de instrucción y de “alma circundante”, en todo aquello que proponga en cual sea su sector laboral.
Índice de contenidos
Beneficios de hacer un TFM de calidad
Consolida el conocimiento
Todo aquello que posee conductismo y constructivismos, aplicando andragogía, brinda los mejores resultados para demostrar conocimiento y hacerlo una forma de vida y de trabajo. La investigación, comparación, análisis, redacción y hasta lo vivencial, permite la comprensión y aplicación natral de todo tipo de conocimiento.
Y una vez obtenido, sólo quedará repetirlo en las más variadas situaciones posteriores en todo ámbito.
Beneficios de hacer un TFM de calidad: Ayuda a desarrollar las habilidades de investigación
Las formas de investigación en los centros de instrucción (Universidades, Politécnicos, Academias, etc.), llegan a estilizar y brindar coherencia y refuerzo a la manera cómo el alumno ha de buscar la información en todo ámbito: Libros, multimedia, consultas, hemerotecas, entrevistas, recreación de situaciones, etc.
De esa manera aprende a analizar datos, cotejar resultados, diseñar hipótesis, descartar elementos no acordes o irrelevantes, interpretar resultados y brindar nuevos aportes a futuras investigaciones, sean propias o de terceros.
Contribuye al conglomerado
Reforzando lo anterior, la realización de un TFM, que es además en parte la resulta de un aporte educacional e investigativo anterior, termina siendo un elemento de igual interés para quienes estén o estarán en el mismo campo de estudio.
De allí el valor de que la temática sea útil, con resultados válidos para un segmento poblacional y se encuentre investida de novedad y creatividad en perfecto balance con lo fiable de la información y el momento histórico o tiempo (década, por ejemplo) en la que su presentación transcurre.
En fin, es una manera de legar los beneficios de hacer un TFM de calidad a los demás, en especial en tu área a especializarte. Sí tu obra llega a ser una referencia obligatoria en cualquier trabajo, es porque sí es un aporte de valor y un refrendo al material que está surgiendo de la mano de otro estudiante o profesional.
Beneficios de hacer un TFM de calidad: Aprendizaje metódico y real del trabajo bajo presión
Es difícil aceptar o creer que el trabajo bajo presión sea justo o una forma de vida. Pero existe. Y que desde la elaboración de tu TFM puedas aprender a lidiar lo mejor posible con el mismo y hallar soluciones metódicas para minimizarlo / neutralizarlo, resulta una gran ganancia.
Porque estos trabajos traen situaciones de stress contrarreloj y de responsabilidad bastante altos, en pro de que el proyecto final de grado sea valioso en distintas maneras.
La forma en cómo lo enfrentes y/o combines soluciones para que no sea un desgaste de vida en el sector laboral, es un beneficio invaluable que, además, deberías legar a otras personas.